Víctor Mesa no dirigirá Villa Clara

El carismático y controvertido director Víctor Mesa -otrora jardinero estelar de los equipos Cuba en la década de los 80 del pasado siglo- no dirigirá al equipo Villa Clara como se había anunciado y en breve partirá hacia México en funciones de colaboración deportiva.

La noticia causó sorpresa y conmoción en la afición villaclareña y del país, que daba por sentado que el experimentado manager, con ocho temporadas consecutivas al frente de los naranjas. volviera a conducir a la novena del centro de Cuba en la venidera Serie Nacional 48.

Víctor venía preparando a los más de 60 preseleccionados en el estadio Sandino, de la ciudad de Santa Clara, y nada hacía indicar un cambio tan inesperado, como el que los medios locales y nacionales comenzaron a dar a conocer desde la víspera.

Incluso, muchos  conocedores del béisbol insular, le concedían grandes opciones al explosivo director para que tomara las riendas del Cuba para el venidero II Clásico Mundial, previsto enmarzo de 2009, y sacar al país de los malos resultados de los últimos grandes torneos, donde se ha perdido el juego decisivo y nos hemos tenido que conformar con el segundo lugar.

Con la abrupta decisión se abre una incognita: ¿Quién asumirá la dirección de la nave naranja? y la interrogante que más preocupa: ¿Podrá el nuevo mentor seguir la racha ganadora de Víctor Mesa, capaz de alcanzar dos subcampeonatos nacionales y estar incluido siempre entre los cuatro grandes de la pelota cubana?

Para sustituirlo se descarta el nombre de Pedro Jova, cuatro veces ganador de la pelota cubana con el "Villa Clara", pues cumple misión de colaboración en el exterior.

Se rumora que Eduardo Martín Saura, otro de los buenos directores de la pelota cubana, declinó el timón naranja, aunque no su posible presencia en el cuerpo de dirección.

También se barajan, como posibles reemplazos de Mesa, a su coterráneo y amigo Ramón Moré, ex jugador de segunda base con los conjuntos Villa Clara, y al remediano Alberto Martínez, receptor titular de los equipos Cuba durante años y con cierta experiencia de dirección en la categoría juvenil.

Sea quien fuere, para la inmensa mayoría, la ausencia de la llamada Explosión Naranja será difícil de llenar, pues, formas aparte, se trata  de un buen director y de un profundo conocedor del deporte de las bolas y los strikes, tal vez, el mejor de Cuba.

Y, sin duda, quien mejor sabe sacarle partido a los peloteros con que cuenta.

Para Víctor Mesa los mayores éxitos y que siga brindándole fama y gloria al béisbol cubano donde quiera que se encuentre.